Rukia Kuchiki
Teniente de la 13ª División
Personalidad
Al haber crecido en el Rukongai, la zona más pobre de la Sociedad de Almas, Rukia mantiene unas costumbres rudas y poco educadas al hablar con la gente. No obstante, también se percibe la influencia de la familia noble de los Kuchiki en su conducta fría, solitaria en la mayoría de las ocasiones y con buenos modales, así como en su tendencia a ocultar sus problemas personales a sus amigos más cercanos, pero ha demostrado que puede ayudar a sus amigos y siente un gran amor hacia su hermano.
No está nada acostumbrada a la forma de vida del mundo de los vivos, debido a que la de la Sociedad de Almas es similar a la del Japón del siglo XVIII.
a Rukia la acosan intensos sentimientos de pérdida y culpabilidad por hechos que ocurrieron en el pasado. Además, es una persona que aparenta estar totalmente resignada a su destino, sea cual sea, si bien es cierto que existen algunos momentos en los que su determinación se resquebraja, capaz de salirse con la suya en un gran número de situaciones.
Le gusta mucho dibujar, y por ello siempre que tiene que dar una explicación o contar algo recurre a dibujos. La mala calidad de los dibujos de Rukia, parecidos a los de un niño pequeño (además de dibujar a todos los personajes como conejos u osos de peluche) y las constantes críticas al respecto que recibe por parte de Ichigo, por lo cual, Rukia siempre acaba golpeándolo en la cabeza.
Historia
Rukia y su hermana mayor, Hisana, fueron llevadas juntas al distrito número 78 del Rukongai Sur una vez que murieron en el mundo de los vivos. Hisana abandonó a Rukia cuando aún era un bebé por no verse capaz de mantenerla, así que desde el principio tuvo que aprender a valerse por sí sola para subsistir en uno de los lugares más peligrosos de la Sociedad de Almas.
Con el tiempo, Rukia conoce a Renji Abarai y, junto a otros niños del lugar, trabajan y subsisten robando comida y trabajando en equipo. Ya en esta época Rukia y Renji muestran signos de poseer poder espiritual, por lo que desde un principio se abre un horizonte prometedor para ambos, al tener la posibilidad de ingresar en la Academia de Shinigami . Sólo la muerte de todos sus amigos hace que finalmente ambos tomen la decisión de llegar a ser Shinigami y acceder a una vida mejor, lejos de las penurias en las que se criaron.
En la Academia, Renji es admitido en la clase de más nivel, algo que no logra Rukia, y a partir de ese momento sus caminos comienzan a tomar rumbos distintos. Muy poco tiempo después de que Rukia llegue a la Academia es descubierta por Byakuya Kuchiki, jefe del prestigioso clan Kuchiki, quien ofrece adoptar a Rukia como su hermana, alegando el gran parecido que existía entre ella y su difunta esposa, que no era otra que Hisana (ocultando así su propósito de cumplir el deseo que le formuló Hisana en su lecho de muerte, arrepentida de haber abandonado a su hermana pequeña en el Rukongai).
Al enterarse Renji de la visita de los Kuchiki, simuló felicidad y recomendó a la atribulada Rukia que aceptase la invitación. A causa de haber ocultado sus deseos de que Rukia no se alejase de él para siempre, Renji ve que su amiga, triste y reticente, acababa por seguir sus consejos y pasaba a formar parte de la familia Kuchiki. Dada su nueva condición de noble, Rukia es graduada instantáneamente en la Academia y entra en la 13ª División, aunque en un puesto de Shinigami raso (dada la influencia de Byakuya, que no quería que la enviasen a misiones peligrosas).
El vacío que siente Rukia ante la falta de su amigo Renji y el escaso interés que recibe por parte de Byakuya es de inmediato llenado por el Subcapitán de la división, Kaien Shiba, con quien traba una profunda amistad. Rukia también siente una gran admiración, no exenta de sana envidia, por la esposa de Kaien y 3ª Oficial de la división, Miyako Shiba, y cuando ésta es asesinada por un Hollow, decide acompañar a Kaien y al Capitán Ukitake a cobrarse venganza.
Las consecuencias de aquella fatídica noche acabarían por marcar un antes y un después en la vida de Rukia, ya que el Hollow al que perseguían acaba poseyendo a Kaien y, cuando se dispone a atacar a una aterrorizada Rukia, es empalado por la Zanpaku-tō de la Shinigami.
Antes de morir en los brazos de su amiga, discípula y protegida, Kaien agradece a Rukia y Ukitake no haber intervenido en la pelea y haberle permitido mantener intacto su honor, pero esto no impide que ella se sienta culpable de su muerte y afecte profundamente a su forma de ser.
Rukia Kuchiki es enviada a la ciudad de Karakura, en el mundo de los vivos, para eliminar Hollows y enviar las almas a la Sociedad de Almas.
Allí conoce a Ichigo Kurosaki , un estudiante capaz de ver los espíritus de los muertos, al interferir en el combate entre Rukia y un Hollow que ha atacado su casa. A consecuencia de esto, Rukia es gravemente herida y se ve forzada a transferir a Ichigo sus poderes de Shinigami para que pueda matar al Hollow y salvar sus vidas y las de su familia. Lo que no esperaba ella era que durante este hecho trascendental, que marcaría definitivamente sus vidas, Ichigo absorbiese más poder del previsto, y Rukia se debilita tanto que es incapaz de regresar a la Sociedad de Almas. Por ello, la Shinigami acepta un gigai temporal que le ofrece Kisuke Urahara hasta que recupere sus poderes, y comienza a vivir en el armario de Ichigo, enseñándole todos los entresijos del oficio de Shinigami, para que pueda sustituirla de forma temporal.
Transcurridos tres meses y una gran cantidad de aventuras en las que Ichigo y Rukia se enfrentan a numerosos enemigos y comienzan a conocerse de una forma más profunda tanto a ellos mismos como el
uno al otro, la Shinigami acaba por comprender que la situación no puede mantenerse por más tiempo, y que la Sociedad de Almas debe estar en su busca. Viendo que sus poderes de Shinigami no regresan, sino que incluso parecen debilitarse más a cada día que pasa, Rukia decide partir y abandonar a Ichigo y a las amistades que ha hecho, para evitar que todos se vean implicados en el caso.
Allí, Rukia es rápidamente juzgada por la Cámara de los 46 y condenada a muerte, acusada de haber dado poderes de Shinigami a un humano. Al ser avisado de estos hechos por Urahara, Ichigo se entrena duramente para convertirse él mismo en un Shinigami, y junto con sus compañeros Orihime Inoue, Uryū Ishida y Yasutora Sado parten a la Sociedad de Almas, guiados por Yoruichi Shihōin y con el firme propósito de rescatar a su amiga.
Encerrada en la Torre de la Penitencia, Rukia espera con calma el día de su ejecución, que misteriosamente es adelantado cada vez más. La aceptación al destino que esgrime la Shinigami se rompe sólo momentáneamente cuando descubre que Ichigo y sus amigos han ido a rescatarla, en contra de sus deseos.
La fecha de la ejecución vuelve a ser adelantada de improviso, y dos días después de haber visto a Ichigo ésta es enviada al Sōkyoku. De camino al lugar donde será ejecutada, Rukia se encuentra con el Capitán Ichimaru , quien momentáneamente es capaz de romper el escudo de determinación de la Shinigami y logra sumirla en la desesperación.
También es entonces cuando se percata de que Renji está luchando con todas sus fuerzas contra Byakuya, sorprendiéndose la Shinigami al percibir que las fuerzas parecen encontrarse igualadas. Más Rukia no tarda en percatarse de que este hecho es una mera ilusión, y de que Byakuya en realidad no está mostrando todo su potencial. Al sentir debilitarse la energía espiritual de Renji, Rukia cae en un estado de pánico al pensar que su amigo ha muerto, pero acaba tranquilizándose al percibir un leve pulso que demuestra que aún sigue con vida.
Cuando llega al Sōkyoku, Rukia ya ha recuperado la calma y llega a solicitar al Comandante General Yamamoto que, como último deseo, libere a sus amigos y les deje partir en paz de vuelta al mundo de los vivos. Éste acepta la petición de Rukia aunque no esté dispuesto a cumplirla en realidad, con el único propósito de que la Shinigami no muera sintiéndose culpable de que sus amigos paguen las consecuencias de haber ido en pos de ella. No obstante, en el preciso momento de la ejecución, Ichigo regresa y ya sí consigue rescatar a Rukia ante la mirada estupefacta de buena parte de los Capitanes y Subcapitanes del Gotei 13.
Mientras Ichigo lucha con Byakuya, Rukia queda al cuidado de Renji, mas su desesperada huida es detenida por el Capitán Aizen, quien revela ser un traidor y la figura que estaba detrás de la sentencia a muerte, al haber asesinado en secreto a todos los miembros de la Cámara de los 46. El motivo de que Aizen desease la muerte de Rukia era a causa de tener en su interior la Hōgyoku, un poderoso artefacto creado por Kisuke Urahara (y supuestamente insertado dentro de Rukia en el momento en que se le dio el gigai especial, al ceder sus poderes de Shinigami a Ichigo) capaz de dar poderes de Hollow a Shinigami, y viceversa. Finalmente, Aizen es capaz de extraer la Hōgyoku del interior de Rukia sin necesidad de matarla y con este instrumento en su poder, huye de la Sociedad de Almas declarando sus intenciones de ocupar el trono de los Cielos.
Antes de partir Aizen , éste ordena a su lugarteniente, que no es otro que Ichimaru, que mate a Rukia. Afortunadamente, el letal ataque es detenido por Byakuya, quien se interpone entre ambos y es atravesado por la Zanpaku-tō del Capitán de la 3ª División. Al poco de marcharse los traidores al Hueco Mundo , mientras Byakuya recibe un tratamiento de urgencia éste decide revelar a Rukia la historia de Hisana, pidiéndole perdón por todo el daño que le ha ocasionado. Ya en paz con su pasado, Rukia hace una visita a la familia Shiba para disculparse por su participación en la muerte de Kaien. Cuando Ichigo y sus amigos regresan de vuelta al mundo de los vivos, Rukia decide quedarse en la Sociedad de Almas y recuperar sus poderes, prometiendo volver algún día.
Rukia vuelve a ser enviada al mundo de los vivos junto con un selecto grupo de Shinigami para ayudar a Ichigo y sus amigos a combatir a los Arrancar, Hollows que han adquirido poderes de Shinigami y se han aliado con Aizen .
Al reencontrarse con Ichigo, es capaz de sacarle de la depresión en la que se hallaba sumido, despertando los amargos celos de su amiga Orihime Inoue. Durante la ofensiva Arrancar orquestada por Grimmjow Jaegerjaquez, Rukia interviene en la batalla, demostrando que por fin ha recuperado sus poderes.
Cubriendo a Ichigo, Rukia se enfrenta a Di Roy Linker, al que consigue derrotar en cuestión de segundos con la primera técnica de su shikai. Desgraciadamente, la Shinigami no puede hacer nada ante Grimmjow y es herida de gravedad, si bien es curada gracias a los cuidados de Orihime.
Urahara, previendo que Aizen se interesara en los poderes de Orihime, la obliga a que no no tome parte de la guerra que está por venir, haciéndola sentir incapaz de luchar, lo que entristece a la joven, ya que ve frustrados su intentos de ayudar a sus amigos y ser útil para todos. Rukia se ofrece a ayudarla y juntas regresan a la Sociedad de Almas, donde entrenan durante un mes entero, afianzándose más si cabe su amistad.
Más el nuevo e inesperado ataque de los Arrancar obliga a Rukia a abandonar rápidamente la Sociedad de Almas y regresar al mundo de los vivos, evitando que Grimmjow mate a Ichigo (si bien volviendo a poner su vida en serio peligro a manos de este Arrancar y teniendo que ser salvados, tanto Ichigo como Rukia, por Shinji Hirako).
Al finalizar las luchas, llega la noticia de que Orihime ha desaparecido, y según los designios de Aizen se la llega a considerar una traidora a la Sociedad de Almas. Sabiendo que su amiga en realidad ha sido secuestrada por Aizen, Ichigo se propone partir a su rescate. Rukia y Renji se disponen a seguirlo, pero las órdenes de Yamamoto de no intervenir son tajantes y se ven obligados a regresar a la Sociedad de Almas.
Renji y Rukia consiguen escabullirse de la Sociedad de Almas con la implícita aprobación de Byakuya y viajan al Hueco Mundo en pos de Ichigo y sus amigos al rescate de Orihime. Al llegar, Rukia salva a sus compañeros de un serio aprieto al destruir con la segunda habilidad de su shikai al Hollow guardián del desierto, Lunuganga.
Tras este momento, Rukia se separa del grupo y cae al subterráneo Bosque de los Menos, donde conoce al Shinigami Ashido Kanō, al que le ofrece unirse a ellos para regresar a la Sociedad de Almas. Un desprendimiento de rocas provocado por las luchas de Ichigo y compañía contra los Menos evita que Ashido se pueda unir al grupo, y permanece abajo luchando, si bien Rukia promete volver a por él cuando hayan logrado rescatar a Orihime.
Ya en el palacio de Las Noches y separada de sus compañeros, Rukia se encuentra con la Novena Espada, Aaroniero Arruruerie, que se muestra con la apariencia del difunto Kaien Shiba. En un principio, Rukia muestra su desconcierto y llega a creer la historia que le cuenta a Aaroniero, quien mantiene que Kaien ha asumido el control de sí mismo y planea matar a Aizen, mas necesita a Rukia para llevar a cabo su plan.
Rukia está dispuesta a ayudarle, más de improviso recibe un ataque sorpresa de Aaroniero, que logra esquivar de tal forma que sólo recibe un rasguño en la mejilla. Viéndola aún más confusa y desesperada, la Novena Espada le dice que tiene una deuda de sangre con Kaien, ante lo cual Rukia le da permiso para disponer de ella como guste sólo después de haber logrado salvar a Orihime.
Aaroniero recupera la faceta menos seria de Kaien, y afirma haber estado bromeando, ofreciéndole a Rukia una forma más sencilla de que Rukia salde su cuenta con él: que le traiga las cabezas de sus amigos. Estas palabras provocan la más fría furia de Rukia, quien ya entonces queda convencida de que alguien así no puede ser Kaien, por lo que libera su shikai y comienza a combatir con él.
Más, como Kaien, Aaroniero está al tanto de gran parte de las habilidades de Rukia y logran evadir sus ataques y ponerla en serios aprietos hasta que a la Shinigami se le ocurre una treta para poner fin a sus dudas y temores. Por medio de una eficaz combinación de Kidō de alto nivel, Rukia logra poner a Aaroniero en contacto con la luz que hay bajo el domo de Las Noches, y puede ver el verdadero aspecto de su enemigo, cuyos poderes sólo son operativos en la penumbra. Con gran horror y pesar, Rukia comprende que el verdadero Kaien no ha logrado alcanzar el descanso tanto tiempo esperado, ya que realmente su alma y sus poderes están en poder de Aaroniero, que años antes absorbió a Metastacia, el Hollow que poseyó a su admirado Kaien.
Durante la postrer lucha, Rukia es empalada por la Zanpaku-tō de Kaien, pero antes de perder la consciencia y caer en un estado próximo a la muerte, recuerda parte de las enseñanzas de Kaien, quien le dijo que una persona seguiría viva siempre que sus seres queridos mantuviesen en sus recuerdos el vínculo que en su día les unió y que él denomina "corazón". Afirmando que, por más que Aaroniero haya obtenido el aspecto, los poderes, los recuerdos e incluso el alma de Kaien, el corazón de su admirado Subcapitán sigue con ella, Rukia logra asestar por sorpresa un golpe mortal al Espada antes de perder la consciencia.
Poco después hace su aparición en el lugar donde yace Rukia junto al cadáver de Aaroniero Zommari Leroux, la Séptima Espada, con el objetivo de rematar a la Shinigami que ha acabado con el último miembro de la primera generación de los Espada. Sólo la intervención de Byakuya, que junto con otros Capitanes ha llegado al Hueco Mundo con el objetivo de ayudar al equipo de rescate de Orihime, permite que Rukia salve su vida y pueda ser curada por la Subcapitana de la 4ª División, Isane Kotetsu.
Cuando ésta recupera el conocimiento, se preocupa visiblemente al ver las heridas de Byakuya pero éste le replica que debe mirar adelante y prepararse para las luchas, que aún están lejos de acabar.
Junto con Renji y Chad, Rukia cubre a Ichigo cuando éste se prepara para entrar en la torre en la que Orihime está siendo retenida por Ulquiorra Cifer. Rukia pelea con los miembros del escuadrón ejecutor de los Exequias, a los que derrota con facilidad, para después enfrentarse con su líder, Rudobon.
Al congelar los miembros de Rudobon y evitar que éste cree más subordinados por medio de la sorprendente habilidad de su resurrección, Rukia logra una clara ventaja sobre su oponente, pero el combate es suspendido al aparecer de súbito el Espada Yammy Llargo, quien en un ataque de furia acaba con Rudobon. Inmediatamente después, Renji y Chad se unen a Rukia, listos para combatir con Yammy, mas éste libera su Zanpaku-tō y revela que, en ese estado, pasa a convertirse en el Espada Cero, el más poderoso de todos ellos.
Cuando Ichigo regresa de su combate con Ulquiorra, tanto Renji como Chad se encuentran en el suelo inconscientes, y sólo Rukia sigue en pie, aunque a duras penas. Después de que Yammy la aprisionase en su mano y de que ésta se defendiera lanzándole un hechizo de destrucción Sōkatsui, el gigantesco Espada la lanza al suelo con una velocidad tal que ella es incapaz de frenar su caída. Ichigo llega en el momento preciso para salvar a Rukia, a quien lleva a un lugar seguro y alejado, tras haberle dicho que Orihime se encuentra curando a Ishida y, una vez que le ha prometido que acabará cuanto antes con toda esa lucha sin sentido, ataca a Yammy.
La Shinigami contempla desde lejos cómo Ichigo se enfrenta al Espada Cero, a la vez que se pregunta, bastante preocupada, por qué los ojos de su amigo no son de los de una persona que ha salido victorioso de un combate, ni tampoco los de alguien que está preparado para destruir a todos los enemigos que se interpongan en su camino.
También se percata de que la Máscara Hollow de Ichigo ha cambiado su aspecto, y cada vez más confusa, se pregunta qué es lo que le ha podido ocurrir a su amigo.
Más tarde, acabada la batalla entre Ichigo y Aizen, Rukia, junto a Ishida, Chad, Orihime y Renji, aparecen en Karakura para reunirse con Ichigo, pero cuando este se dirigia hacia ellos, cae al suelo gritando de dolor y perdiendo la consciencia.
Despues de esperar un mes, Ichigo recobra el conocimiento en su habitación rodeado por Chad, Orihime, Ishida y Rukia. Esta le dice a Ichigo que ha estado durmiendo un mes y le explíca que a perdido la mayoría de sus poderes de Shinigami, y que los que le quedan no tardarán en desaparecer, a lo que Ichigo contesta que no le sorprende.
Luego, Ichigo pregunta si pueden salir, y se da cuenta de que no puede sentir presencias espirituales, y que incluso la de Rukia está desapareciendo, a lo que esta dice que es una despedida, y cuando Ichigo dice que si, ella le contesta que no tiene que poner cara triste, porque aunque el no pueda verla, ella si que podrá verlo a él, a lo que Ichigo contesta que eso no le gusta en absoluto. Mientras su presencia desaparece ante Ichigo, ella se acerca a Ichigo, quedando ambos frente a frente, y le dice que mande saludos a todos, a lo que Rukia accede, para después desaparecer por completo ante los ojos de Ichigo.
Muchos años han pasado luego de eso. Conserva aun su puesto como teniente de la decimotercera división y a podido verse nuevamente con su gran amigo Ichigo Kurosaki, ademas de convivir y compartir mas compañerismo al a verse convertido en un Shinigami permanente.
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