Tetsuzaemon Iba

Tetsuzaemon Iba

Teniente de la 7ª División

Personalidad
Iba es un Shinigami con una forma de ser franca y directa, que nunca se anda con rodeos. Aunque no suele meterse en los problemas personales de los demás y opta por mantenerse al margen, es muy sensible a los leves cambios que puedan sufrir las personas próximas a él y sabe perfectamente en qué momento dejarlos solos o apoyarles, aunque sea con su sola presencia.

Tal y como podría esperarse de un antiguo miembro de la 11ª División, Iba disfruta mucho en los combates pero a raíz de sus constantes deseos de mejorar y de desear ser más útil al Gotei 13 su filosofía se ha modificado considerablemente. De hecho, Iba mantiene una férrea lealtad hacia el Gotei 13 y la Sociedad de Almas, estando dispuesto a obedecer las órdenes que se le han asignado por encima de su orgullo y de su testarudez. Sin lugar a dudas, las miras de Iba ahora son mucho más amplias que las de los Shinigami de la 11ª División, y aunque siguen uniéndole varios lazos a ellos, él ha decidido incrementar sus conocimientos y desarrollar otras habilidades en vistas a futuras batallas, pese a poder ser calificado como cobarde por sus antiguos compañeros de división.

Historia
se crió junto a su madre, y que por orden de ella se convirtió en Shinigami, presumiblemente ingresando en la Academia. Con el tiempo, Iba pasaría a ingresar en la pendenciera 11ª División, especializada en el combate, donde iría ascendiendo hasta convertirse en un Oficial de la misma. No obstante, y al contrario que sus otros muchos compañeros, Iba comprende que si ha de ser útil y obedecer correctamente las órdenes que se le dictan, sólo puede conseguirlo progresando en todas las disciplinas de la lucha Shinigami, no sólo en el Zanjutsu. Así, finalmente abandona la 11ª División, amplía sus miras, su experiencia y sus habilidades y acaba convirtiéndose en el Subcapitán de la 7ª División, con el beneplácito de Sajin Komamura.

él y Renji acuden a una reunión con los otros Subcapitanes, comentando que nunca antes habían tenido que ponerse la bandana distintiva de su cargo, y demostrando así que probablemente los dos sean los Subcapitanes más recientes en el puesto en aquel momento. Unos días después, Iba es uno de los primeros en descubrir el asesinato del Capitán Aizen, y contempla el enfrentamiento entre Momo Hinamori y Iduru Kira antes de ayudar a separarlos. Igualmente, manteniendo un papel secundario, también sale al encuentro del Capitán Komamura cuando éste y Tōsen abandonan los cuarteles generales de la 4ª División, tras rendir sus respetos al cadáver de Aizen.

Iba no toma parte de ninguno de los enfrentamientos y de las conspiraciones que comienzan a darse en el Seireitei hasta el preciso día de la ejecución de Rukia Kuchiki. Por la mañana, se presenta ante Komamura lamentándose de su retraso y tratando de inventar una historia que lo justifique. Sin embargo, Komamura lo interrumpe y adivina que, en realidad, Iba había llegado tarde a propósito para darle más tiempo para pensar si todo lo que estaba sucediendo a su alrededor estaba bien o no. Comprendiendo los motivos de Iba, Komamura le dice que está en deuda con el Comandante General Yamamoto, y a causa de ello siempre hará lo que él considere oportuno, así que decide marchar en dirección al Sōkyoku. Poco después, Komamura y Tōsen, acompañados de sus Subcapitanes, Iba e Hisagi descubren que Kenpachi Zaraki, Capitán de la 11ª División, ha liberado a los Ryoka cautivos de su celda y se dirigen al Sōkyoku a impedir la ejecución, y salen al paso del grupo para detenerlos. Un complacido Kenpachi se dispone a pelear a un mismo tiempo con los cuatro Shinigamis, ante su evidente sorpresa, mientras deja que Yachiru Kusajishi, su Subcapitana, se encargue de dirigir a los Ryoka al Sōkyoku. No obstante, antes de que Kenpachi comience a combatir, regresan a su lado Ikkaku Madarame y Yumichika Ayasegawa, sus Oficiales 3º y 5º, quienes le piden que les deje participar también. Finalmente, Kenpachi accede, e Ikkaku y Yumichika acaban enfrentándose con Iba e Hisagi, respectivamente.

ambos contendientes -después de haber liberado sus shikai, han optado por descansar y compartir una botella de sake. Ikkaku menciona que Iba ha desarrollado todas las disciplinas del combate Shinigami para poder llegar a ser subcapitán, y cree que debido a ello ahora es más débil y una vergüenza para la 11ª División. Iba lo niega, así como también lo hace cuando Ikkaku le pregunta si en esos momentos se siente más infeliz y si todo lo ha hecho para complacer a su madre. Después, Iba cambia rápidamente de tema al ver que la botella de sake se ha acabado, y de nuevo los dos Shinigamis vuelven a luchar, acordando que aquél que pierda irá a por más bebida. Pese a ello, la curiosa competición es interrumpida por el aviso de Isane Kotetsu de la traición de Aizen (quien en realidad no ha muerto, sino que se ha valido de la habilidad de la Hipnosis Total de su Zanpaku-tō) y de Ichimaru y Tōsen. Después de la partida de los tres capitanes traidores al Hueco Mundo, Iba permanece mucho tiempo en las dependencias de la 11ª División, y cuando es preguntado por Yumichika acerca de eso, le responde que Komamura está muy dolido por todo lo ocurrido con Tōsen, y que de momento prefiere estar solo.

Iba acompaña a Komamura y a los otros altos mandos del Gotei 13 que no se encuentran en el Hueco Mundo y toma parte en la lucha que se produce en la ciudad de Karakura, en el mundo de los vivos.

Ikkaku Madarame es uno de los Shinigami de élite que han sido destinados a la protección de los pilares, mas acaba siendo derrotado por su oponente, Choe Neng Poww, y obliga a Komamura a intervenir personalmente. Iba es llamado por su Capitán, y a una sola señal de éste, lanza un gran número de objetos similares a bastones que logran detener el retroceso de la falsa Karakura en favor de la verdadera, como sustitutos puntuales del pilar que ha sido destruido. De un puñetazo, Poww lanza a varios metros de distancia a Komamura, y seguidamente libera su Zanpaku-tō, ante lo cual Iba opta por huir y llevarse consigo a un malherido Ikkaku. Mas Komamura regresa sin daños aparentes y ordena a su subcapitán que se mantenga detrás de él mientras acaba con su enemigo en cuestión de segundos, gracias a su bankai. Después de esto, Iba reconoce estar al tanto de la existencia del bankai de Ikkaku, y le recrimina que haya sido derrotado por no haberlo utilizado, en su infantil deseo de negarse a revelar su verdadera fuerza. Iba también le dice a Ikkaku que, si su deseo es seguir comportándose así, debe hacerse más fuerte y ganar todos sus combates, ya que de no ser así no sólo moriría, sino que incumpliría su misión.

Las luchas entre Shinigami y Arrancar prosiguen, e Iba acaba interviniendo en una de ellas, al ver cómo Hisagi se encuentra en serios problemas al tratar de hacer frente al monstruo Ayon, una quimera creada por las tres integrantes de la Fracción de Tier Harribel. Mientras Ayon mantiene sujeto a Hisagi, Iba trata de atacarle por sorpresa lanzándose sobre él con su Zanpaku-tō liberada y en el más absoluto de los silencios. En un primer momento, el Subcapitán de la 7ª División cree que ha conseguido pasar inadvertido ante su enemigo, mas éste acaba sorprendiendo a su atacante, al revelar su ojo entre su mata de pelo, desde el cual le lanza un Cero que impacta a Iba de lleno. Algo después, se ve que Iba es uno de los muchos Shinigami que están siendo curados por Iduru Kira.

Después de los capitanes son capaces de derrotar a Aizen, Hinamori se levanta y se aleja del resto, preocupando a Iba e Kira. Al salir los dos subcapitanes tras Hinamori, ésta resulta ser el mismísimo Aizen, que por medio de su habilidad de la Hipnosis Total ha hecho que Hitsugaya atraviese con su propia Zanpaku-tō a la auténtica Hinamori. Después de descubrir la realidad, Aizen se gira y hiere a Kira y a Iba antes de que ninguno de los dos pueda hacer nada por evitarlo.

Aun así, con la derrota del Gotei 13, Aizen es capturado a mano de Ichigo y Urahara, y así, trayendo un trascurso de paz, Iba sigue con su trabajo de Shinigami.